¡Ven, oh Santo Espíritu!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Veni, Sancte Spíritus!, reple tuórum corda fidélium: et tui amóris in eis ignem accénde.
V/ . Envía tu Espíritu y serán creados.
V/ . Emitte Spíritum tuum, et creabúntur.
R/. Y renovarás la faz de la tierra.
R/. Et renovábis faciem terræ.
Oración
Orémus
Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concedednos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
Deus, qui corda fidélium Sancti Spíritus illustratióne docuísti, da nobis in eódem Spíritu recta sápere; et de eius semper consolatióne gaudére. Per Christum Dóminum nostrum. R/. Amen.
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena con tu divina gracia, los corazones que Tú creaste.
Veni, Creátor Spíritus, mentes tuórum vísita, imple supérna grátia, quæ tu creásti péctora.
Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Qui díceris Paráclitus, altíssimi donum Dei, fons vivus, ignis, cáritas, et spiritális únctio.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre, que inspiras nuestras palabras.
Tu septifórmis múnere, dígitus patérnæ déxteræ, tu rite promíssum Patris, sermóne ditans gúttura.
Ilumina nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Accénde lumen sénsibus, infúnde amórem córdibus, infírma nostri córporis virtúte firmans pérpeti.
Aleja de nosotros al enemigo, y danos pronto la paz; sé Tú nuestro guía, para que evitemos todo mal.
Hostem repéllas lóngius pacémque dones prótinus; ductóre sic te prævio vitémus omne nóxium.
Por ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y creamos en ti, su Espíritu, por los siglos de los siglos.
Per te sciámus da Patrem noscámus atque Fílium, teque utriúsque Spíritum credámus omni témpore.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.
Deo Patri sit glória, et Fílio, qui a mórtuis surréxit, ac Paráclito, in sæculórum sǽcula. Amen.
Secuencia de Pentecostés
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Veni, Sancte Spíritus, et emítte cǽlitus lucis tuæ rádium.
Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Veni, pater páuperum, veni, dator múnerum, veni, lumen córdium.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo.
Consolátor óptime, dulcis hospes ánimæ, dulce refrigérium.
Brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
In labóre réquies, in æstu tempéries, in fletu solácium.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
O lux beatíssima, reple cordis íntima tuórum fidélium.
Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Sine tuo númine, nihil est in hómine, nihil est innóxium.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas.
Lava quod est sórdidum, riga quod est áridum, sana quod est sáucium.
Infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Flecte quod est rígidum, fove quod est frígidum, rege quod est dévium.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos.
Da tuis fidélibus, in te confidéntibus, sacrum septenárium.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Da virtútis méritum, da salútis éxitum, da perénne gáudium.