Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino, a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amén.
Sancte Míchaël Archángele, defénde nos in prœlio: contra nequítiam et insídias diáboli esto præsídium. Impéret illi Deus, súpplices deprecámur; tuque, Princeps milítiæ cæléstis, sátanam aliósque spíritus malígnos, qui ad perditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte in inférnum detrúde. Amen.
Gracias te doy, Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, porque a mí, pecador, indigno siervo tuyo, sin mérito alguno de mi parte, sino por pura concesión de tu misericordia, te has dignado alimentarme con el precioso cuerpo y sangre de tu unigénito Hijo mi Señor Jesucristo.
Grátias tibi ago, Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus, qui me peccatórem, indígnum fámulum tuum, nullis meis méritis, sed sola dignatióne misericórdiæ tuæ satiáre dignátus es pretióso Córpore et Sánguine Fílii tui Dómini nostri Iesu Christi.
Suplícote que esta sagrada comunión no me sea ocasión de castigo, sino intercesión saludable para el perdón; sea armadura de mi fe, escudo de mi buena voluntad, muerte de todos mis vicios, exterminio de todos mis carnales apetitos; aumento de caridad, paciencia y verdadera humildad, y de todas las virtudes: sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu, firme defensa contra todos mis enemigos visibles e invisibles, perpetua unión contigo, único y verdadero Dios, y sello de mi muerte dichosa.
Et precor, ut hæc sancta commúnio non sit mihi reátus ad pœnam, sed intercéssio salutáris ad véniam. Sit mihi armatúra fídei et scutum bonæ voluntátis. Sit vitiórum meórum evacuátio, concupiscéntiæ et libídinis exterminátio, caritátis et patiéntiæ, humilitátis et obœdiéntiæ, omniúmque virtútum augmentátio; contra insídias inimicórum ómnium, tam visibílium, quam invisibílium, firma defénsio; mótuum meórum, tam carnálium quam spirituálium, perfécta quietátio: in te uno ac vero Deo firma adhǽsio; atque finis mei felix consummátio.
Ruégote que tengas por bien llevar a este pecador a aquel convite inefable, donde tú, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres para tus santos luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad perfecta. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Et precor te, ut ad illud ineffábile convívium me peccatórem perdúcere dignéris, ubi tu cum Fílio tuo et Spíritu Sancto, Sanctis tuis es lux vera, satíetas plena, gáudium sempitérnum, iucúnditas consummáta et felícitas perfécta. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
Traspasa, dulcísimo Jesús y Señor mío, la médula de mi alma con el suavísimo y saludabilísimo dardo de tu amor; con la verdadera, pura y santísima caridad apostólica, a fin de que mi alma desfallezca y se derrita siempre sólo en amarte y en deseo de poseerte: que por ti suspire, y desfallezca por hallarse en los atrios de tu casa; anhele ser desligada del cuerpo para unirse contigo.
Transfíge, dulcíssime Dómine Iesu, medúllas et víscera ánimæ meæ suavíssimo ac salubérrimo amóris tui vúlnere, vera serenáque et apostólica sanctíssima caritáte, ut lángueat et liquefíat ánima mea solo semper amóre et desidério tui; te concupíscat et defíciat in átria tua, cúpiat dissólvi et esse tecum.
Haz que mi alma tenga hambre de ti, Pan de los ángeles, alimento de las almas santas, Pan nuestro de cada día, lleno de fuerza de toda dulzura y sabor, y de todo suave deleite.
Da ut ánima mea te esúriat, panem Angelórum, refectiónem animárum sanctárum; panem nostrum cotidiánum, supersubstantiálem, habéntem omnem dulcédinem et sapórem et omne delectaméntum suavitátis.
¡Oh Jesús, en quien desean mirar los ángeles!, tenga siempre mi corazón hambre de ti y el interior de mi alma rebose con la dulzura de tu sabor; tenga siempre sed de ti, fuente de vida, manantial de sabiduría y de ciencia, río de luz eterna, torrente de delicias, abundancia de la casa de Dios.
Te, in quem desíderant Ángeli prospícere, semper esúriat et cómedat cor meum, et dulcédine sapóris tui repleántur víscera ánimæ meæ; te semper sítiat fontem vitæ, fontem sapiéntiæ et sciéntiæ, fontem ætérni lúminis, torréntem voluptátis, ubertátem domus Dei.
Que te desee, te busque, te halle; que a ti vaya y a ti llegue; en ti piense, de ti hable, y todas mis acciones encamine a honra y gloria de tu nombre, con humildad y discreción, con amor y deleite, con facilidad y afecto, con perseverancia hasta el fin; para que tú solo seas siempre mi esperanza, toda mi confianza, mi riqueza, mi deleite, mi contento, mi gozo, mi descanso y mi tranquilidad, mi paz, mi suavidad, mi perfume, mi dulzura, mi comida, mi alimento, mi refugio, mi auxilio, mi sabiduría, mi herencia, mi posesión, mi tesoro, en el cual esté siempre fija y firme e inconmoviblemente arraigada mi alma y mi corazón. Amén.
Te semper ámbiat, te quærat, te invéniat, ad te tendat, ad te pervéniat, te meditétur, te loquátur, et ómnia operétur in laudem et glóriam nóminis tui, cum humilitáte et discretióne, cum dilectióne, et delectatióne, cum facilitáte et afféctu, cum perseverántia usque in finem; ut tu sis solus semper spes mea, tota fidúcia mea, divítiæ meæ, delectátio mea, iucúnditas mea, gáudium meum, quies et tranquíllitas mea, pax mea, suávitas mea, odor meus, dulcédo mea, cibus meus, reféctio mea, refúgium meum, auxílium meum, sapiéntia mea, pórtio mea, posséssio mea, thesáurus meus, in quo fixa et firma et immobíliter semper sit radicáta mens mea et cor meum. Amen.
Atribuida al Papa Clemente XI
Sub nómine Cleméntis PP. XI vulgáta
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; amo, haz que ame con más ardor; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Credo, Dómine, sed credam fírmius; spero, sed sperem secúrius; amo, sed amem ardéntius; dóleo, sed dóleam veheméntius.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Adoro te ut primum princípium; desídero ut finem últimum; laudo ut benefactórem perpétuum; ínvoco ut defensórem propítium.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Tua me sapiéntia dírige, iustítia cóntine, cleméntia soláre, poténtia prótege.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti; mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas, mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Óffero tibi, Dómine, cogitánda, ut sint ad te; dicénda, ut sint de te; faciénda, ut sint secúndum te; ferénda, ut sint propter te.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Volo quidquid vis, volo quia vis, volo quómodo vis, volo quámdiu vis.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Oro, Dómine: intelléctum illúmines, voluntátem inflámmes, cor emúndes, ánimam sanctífices.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Défleam prætéritas iniquitátes, repéllam futúras tentatiónes, córrigam vitiósas propensiónes, éxcolam idóneas virtútes.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Tríbue mihi, bone Deus, amórem tui, ódium mei, zelum próximi, contémptum mundi.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Stúdeam superióribus obœdíre, inferióribus subveníre, amícis consúlere, inimícis párcere.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Vincam voluptátem austeritáte, avarítiam largitáte, iracúndiam lenitáte, tepiditátem fervóre.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad.
Redde me prudéntem in consíliis, constántem in perículis, patiéntem in advérsis, húmilem in prósperis.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Fac, Dómine, ut sim in oratióne atténtus, in épulis sóbrius, in múnere sédulus, in propósito fírmus.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada.
Curem habére innocéntiam interiórem, modéstiam exteriórem, conversatiónem exemplárem, vitam regulárem.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener la salvación.
Assídue invígilem natúræ domándæ, grátiæ fovéndæ, legi servándæ, salúti promeréndæ.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.
Discam a te quam ténue quod terrénum, quam grande quod divínum, quam breve quod temporáneum, quam durábile quod ætérnum.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Da, ut mortem prævéniam, iudícium pertímeam, inférnum effúgiam, paradísum obtíneam. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas juntamente en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza, caridad, dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo, con gran amor y compasión, voy considerando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de ti, ¡oh Dios mío!, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos (Sal. 21,17-18) .
En ego, o bone et dulcíssime Iesu, ante conspéctum tuum génibus me provólvo, ac máximo ánimi ardóre te oro atque obtéstor, ut meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis sensus, atque veram peccatórum meórum pœniténtiam, eáque emmendándi firmíssimam voluntátem velis imprímere; dum magno ánimi afféctu et dolóre tua quinque vúlnera mecum ipse consídero ac mente contémplor, illud præ óculis habens, quod iam in ore ponébat tuo David prophéta de te, o bone Iesu: Fodérunt manus meas et pedes meos: dinumeravérunt ómnia ossa mea (Ps. 21,17-18).
Alma de Cristo, santifícame.
Ánima Christi, sanctífica me.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Corpus Christi, salva me.
Sangre de Cristo, embriágame.
Sanguis Christi, inébria me.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Aqua láteris Christi, lava me.
Pasión de Cristo, confórtame.
Pássio Christi, confórta me.
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
O bone Iesu, exáudi me.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
Intra tua vúlnera abscónde me.
No permitas que me aparte de ti.
Ne permíttas me separári a te.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
Ab hoste malígno defénde me.
En la hora de mi muerte, llámame.
In hora mortis meæ voca me.
Y mándame ir a ti.
Et iube me veníre ad te.
Para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén
Ut cum Sanctis tuis laudem te in sǽcula sæculórum. Amen
Oh María, Virgen y Madre Santísima, he recibido a tu Hijo amadísimo, que concebiste en tus inmaculadas entrañas, criándolo y alimentándolo con tu pecho, y lo abrazaste amorosamente.
O Maria, Virgo et Mater sanctíssima, ecce suscépi dilectíssimum Fílium tuum, quem immaculáto útero tuo concepísti, genuísti, lactásti, atque suavíssimis ampléxibus strinxísti.
Al mismo que te alegraba contemplar y te llenaba de gozo, te lo presento y te lo ofrezco con amor y humildad para que lo abraces, lo quieras con tu corazón y lo ofrezcas como supremo culto de latría a la Santísima Trinidad, por tu honor y por tu gloria, y por mis necesidades y las de todo el mundo.
Ecce, cuius aspéctu lætabáris et ómnibus delíciis replebáris, illum ipsum tibi humíliter et amánter repræsénto et óffero tuis bráchiis constringéndum, tuo corde amándum, sanctissimǽque Trinitáti in suprémum latríæ cultum, pro tui ipsíus honóre et glória et pro meis totiúsque mundi necessitátibus, offeréndum.
Te ruego, piadosísima Madre, que me alcances el perdón de todos mis pecados y gracia abundante para servirte desde ahora con mayor fidelidad; y por último, la gracia de la perseverancia final, para que pueda alabarle contigo por los siglos de los siglos. Amén.
Rogo ergo te, piíssima Mater, ímpetra mihi véniam ómnium peccatórum meórum, uberémque grátiam ipsi deínceps fidélius serviéndi, ac dénique grátiam finálem, ut eum tecum laudáre possim per omnia sǽcula sæculórum. Amen.
Custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María: por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.
Vírginum custos et pater, sáncte Ioseph, cuius fidéli custódiæ ipsa Innocéntia Christus Iesus et Virgo vírginum Maria commíssa fuit: te per hoc utrúmque caríssimum pignus Iesum et Maríam óbsecro et obtéstor, ut me, ab omni immundítia præservátum, mente incontamináta, puro corde et casto córpore Iesu et Maríæ semper fácias castíssime famulári. Amen.
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
Antíphona. Trium puerórum cantémus hymnum, quem cantábant sancti in camíno ignis, benedicéntes Dóminum (T. P. Allelúia).
Cánticum Trium Puerórum
Dan. 3, 57-88 et 56
1. Bendecid al Señor, todas las obras del Señor; alabadle y ensalzadle por siempre.
1. Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino, laudáte et superexaltáte eum in sǽcula.
2. Bendecid, cielos, al Señor, bendecid al Señor, ángeles del Señor.
2. Benedícite, cæli, Dómino, benedícite, ángeli Dómini, Dómino.
3. Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos; bendiga todo poder al Señor.
3. Benedícite, aquæ omnes, quæ super cælos sunt, Dómino, benedícat omnis virtus, Dómino.
4. Bendecid al Señor, sol y luna; estrellas del cielo, bendecid al Señor.
4. Benedícite, sol et luna, Dómino, benedícite, stellæ cæli, Dómino.
5. Bendecid al Señor, toda la lluvia y el rocío; todos los vientos, bendecid al Señor.
5. Benedícite, omnis imber et ros, Dómino, benedícite, omnes venti, Dómino.
6. Bendecid al Señor, el fuego y el calor; frío y calor, bendecid al Señor.
6. Benedícite, ignis et æstus, Dómino, benedícite, frigus et æstus, Dómino.
7. Bendecid al Señor, rocíos y escarchas; hielo y frío, bendecid al Señor.
7. Benedícite, rores et prúina, Dómino, benedícite, gelu et frigus, Dómino.
8. Bendecid al Señor, hielos y nieves; noches y días, bendecid al Señor.
8. Benedícite, glácies et nives, Dómino, benedícite, noctes et dies, Dómino.
9. Bendecid al Señor, luz y tinieblas; rayos y nubes, bendecid al Señor.
9. Benedícite, lux et ténebræ, Dómino, benedícite, fúlgura et nubes, Dómino.
10. Bendiga la tierra al Señor; alábele y ensálcele para siempre.
10. Benedícat terra Dóminum, laudet et superexáltet eum in sǽcula.
11. Bendecid al Señor, montes y collados; todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
11. Benedícite montes et colles, Dómino, benedícite, univérsa germinántia in terra, Dómino.
12. Bendecid al Señor, mares y ríos; fuentes, bendecid al Señor.
12. Benedícite, mária et flúmina, Dómino, benedícite, fontes, Dómino.
13. Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar; todas las aves del cielo, bendecid al Señor.
13. Benedícite, cete et ómnia, quæ movéntur in aquis, Dómino, benedícite, omnes vólucres cæli, Dómino.
14. Bendecid al Señor, todos los animales y ganados; bendecid, hijos de los hombres, al Señor.
14. Benedícite, omnes béstiæ et pécora, Dómino, benedícite, fílii hóminum, Dómino.
15. Bendice, Israel al Señor; alabadle y ensalzadle por siempre.
15. Bénedic, Ísraël, Dómino, laudáte et superexaltáte eum in sǽcula.
16. Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor; bendecid al Señor, siervos del Señor.
16. Benedícite, sacerdótes Dómini, Dómino, benedícite, servi Dómini, Dómino.
17. Bendecid al Señor, espíritus y almas de los justos; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
17. Benedícite, spíritus et ánimæ iustórum, Dómino, benedícite, sancti et húmiles corde, Dómino.
18. Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael; alabadle y ensalzadle para siempre.
18. Benedícite, Ananía, Azaría, Mísaël, Dómino, laudáte et superexaltáte eum in sǽcula.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo; alabémosle y ensalcémosle para siempre.
19. Benedicámus Patrem et Fílium cum Sancto Spíritu; laudémus et superexaltémus eum in sǽcula.
20. Bendito eres en el firmamento del cielo, y loable y glorioso por siempre.
20. Benedíctus es in firmaménto cæli et laudábilis et gloriósus in sǽcula.
Aquí no se dice Gloria, ni Amén.
Hic non dícitur Glória Patri, neque Amen.
Psalmus 150
1. Alabad al Señor en su santuario; alabadle en su augusto firmamento.
1. Laudáte Dóminum in sanctuário eius, laudáte eum in firmaménto virtútis eius.
2. Alabadle por sus grandiosas obras; alabadle por su inmensa majestad.
2. Laudáte eum in magnálibus eius, laudáte eum secúndum multitúdinem magnitúdinis eius.
3. Alabadle con sones de trompetas; alabadle con salterio y cítara.
3. Laudáte eum in sono tubæ, laudáte eum in psaltério et cíthara.
4. Alabadle tañendo tímpanos y cantando a coro; alabadle con instrumentos de cuerda y voces de órgano.
4. Laudáte eum in týmpano et choro, laudáte eum in chordis et órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes, alabadle con címbalos de alegría: todo espíritu alabe al Señor.
5. Laudáte eum in cýmbalis benesonántibus, laudáte eum in cýmbalis iubilatiónis: omne quod spirat, laudet Dóminum.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen.
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T. P. Aleluya).
Antiphona. Trium puerórum cantémus hymnum, quem cantábant sancti in camíno ignis, benedicéntes Dóminum (T. P. Allelúia).
Todos se ponen de pie y quien dirige el rezo dice:
Omnes exsúrgunt, et qui preces moderátur dicit:
V/ . Señor, ten piedad.
R/. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
V/ . Kyrie, eléison.
R/. Christe, eléison. Kyrie, eléison.
Padre nuestro.
Pater noster.
V/ . No nos dejes caer en la tentación.
V/ . Et ne nos indúcas in tentatiónem.
R/. Y líbranos del mal.
R/. Sed líbera nos a malo.
V/ . Que te alaben, Señor, todas tus obras.
V/ . Confiteántur tibi, Dómine, ómnia ópera tua.
R/. Y que tus santos te bendigan.
R/. Et Sancti tui benedícant tibi.
V/ . Se regocijarán los santos en la gloria.
V/ . Exsultábunt sancti in glória.
R/. Y se alegrarán en sus moradas.
R/. Lætabúntur in cubílibus suis.
V/ . No a nosotros, Señor, no a nosotros.
V/ . Non nobis, Dómine, non nobis.
R/. Sino a tu nombre da la gloria.
R/. Sed nómini tuo da glóriam.
V/ . Señor, escucha mi oración.
V/ . Dómine, exáudi oratiónem meam.
R/. Y llegue a ti mi clamor.
R/. Et clamor meus ad te véniat.
Los sacerdotes añaden:
Sacerdotes addunt:
V/ . El Señor esté con vosotros.
V/ . Dóminus vobíscum.
R/. Y con tu espíritu.
R/. Et cum spíritu tuo.
Oración
Orémus
Oh Dios, que mitigaste las llamas del fuego para los tres jóvenes, concédenos benignamente a tus siervos que no nos abrase la llama de los vicios.
Deus, qui tribus púeris mitigásti flammas ígnium, concéde propítius; ut nos fámulos tuos non exúrat flamma vitiórum.
Te rogamos, Señor, que prevengas nuestras acciones con tu inspiración y que las acompañes con tu ayuda, para que así toda nuestra oración y obra comience siempre en ti, y por ti se concluya.
Actiónes nostras, quǽsumus, Dómine, aspirándo prǽveni et adiuvándo proséquere: ut cuncta nostra orátio et operátio a te semper incípiat, et per te cœpta finiátur.
Danos Señor, te pedimos, poder apagar las llamas de nuestros vicios. Tú que le concediste a san Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Señor.
Da nobis, quǽsumus, Dómine, vitiórum nostrórum flammas extínguere; qui beato Lauréntio tribuísti tormentórum suórum incéndia superáre. Per Christum Dóminum nostrum.
R/. Amén.
R/. Amen.